Habitación cómoda y amplia. Patio privado para descansar.Ubicación cercana a la iglesia del pueblo.Opción de desayuno a buen precio.

De verdad no hay nada que no me haya gustado.

Me gustó mucho mi estancia en el Albergue San Anton en Melide. La habitación compartida era espaciosa y cómoda, y el personal de recepción fue amable y atento. Disfruté especialmente del hermoso jardín, donde pude descansar al aire libre. Las instalaciones de lavandería también fueron muy útiles. El desayuno estaba delicioso y a buen precio. Aunque hubo algunas pequeñas molestias, como la falta de enchufes en las literas y la incomodidad de los colchones, en general tuve una gran experiencia en este albergue. Lo recomendaría sin duda alguna.

Mi estancia en este albergue fue excelente. Las habitaciones estaban limpias y las camas eran muy cómodas. Además, ofrecían sábanas desechables y un edredón sin costo adicional. El jardín era un lugar ideal para relajarse y disfrutar del sol. El personal era amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar. me gustó que estuviera ubicado cerca del centro del pueblo y de varios servicios. En general, recomendaría este albergue sin dudarlo.

El único inconveniente fue que la puerta se cerraba a las 23:00, lo cual fue un poco frustrante ya que me hubiera gustado cenar tranquilamente después de asistir a un evento deportivo. me sorprendió que entraran a limpiar a las 09:00 sin previo aviso, interrumpiendo mi descanso.

Tuve una experiencia fantastica en Albergue San Anton! Me quedé allí durante una semana mientras hacía el Camino de Santiago. La habitación compartida en la que me alojé era espaciosa, cómoda y bien ventilada. El personal fue amable desde el principio, incluso antes de mi llegada. El jardín era perfecto para lavar la ropa y relajarme con otros peregrinos. El desayuno en la cafetería del albergue era delicioso y a un precio razonable. En general, el albergue estaba muy cuidado y ofrecía todos los servicios necesarios. ¡Recomendado!

Por supuesto que lo recomiendo.

Las chicas del albergue San Anton fueron muy amables y serviciales durante mi estancia. El albergue estaba bien cuidado, con camas cómodas y suficientes enchufes. La terraza con césped era un lugar estupendo para descansar. Las habitaciones eran bonitas y acogedoras, con camas confortables y estanterías individuales. había un amplio patio con lavandería y una cocina completa. El desayuno era completo y asequible, y el albergue ofrecía diversas opciones. Todo estaba muy limpio y el personal estaba atento a la limpieza de los baños. Además, la ubicación era perfecta para acceder al centro del pueblo y sus servicios.

No tengo ninguna queja 😊.

Además, su ubicación céntrica fue perfecta para mi salida y retomar el camino. El jardín y las zonas comunes eran excepcionales para descansar, y el desayuno en el albergue fue rápido y bueno. me encantó que las habitaciones tuvieran un número adecuado de camas para descansar, duchas de hidromasaje y una cocina que fomentaba la amistad con los demás huéspedes.

Recomendaría a todos este lugar.

La ubicación es ideal para los peregrinos, con un jardín trasero donde se puede disfrutar del aire libre. Además, el personal es muy amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar en lo que se necesite. hay una cafetería en el mismo albergue donde se puede disfrutar de un desayuno asequible y delicioso.

El albergue tiene un horario de cierre nocturno temprano, lo que puede ser inconveniente para los huéspedes que necesiten entrar después de las 23:00.

El albergue cuenta con una ubicación conveniente, cerca del Camino de Santiago. Las habitaciones son cómodas y acogedoras, con camas confortables y nórdicos. Además, cuentan con pequeñas estanterías en cada cama para guardar objetos personales. El patio es amplio y ofrece servicios de lavandería. La cocina es completa y también hay un bar. El desayuno ofrece opciones asequibles y variadas.

Quizás se podría mejorar la disponibilidad de tendederos exteriores.

Me encantó el bonito jardín y la buena lavandería del albergue. Está bien situado y limpio. El precio es muy ajustado.

Me sentí muy a gusto, no he tenido ningún inconveniente.

Mi experiencia durante mi escapada fue positiva en general. En cuanto a los aspectos positivos, lo que más me gustó fue que las habitaciones no estaban saturadas de literas y había enchufes para cada plaza. También las camas eran muy confortables y tenían sábanas desechables y edredones incluidos en el precio. Además, la ubicación era inmejorable, situado en el centro histórico de la ciudad y cerca del Camino de Santiago. Otra ventaja que disfruté fue el amplio jardín, perfecto para relajarse por las noches.

En cuanto a los aspectos negativos, no me gustó que el albergue se cerrara a las 23:00, sin opción a entrar después. Además, para la cantidad de plazas que tenía, el número de duchas y baños era bastante limitado, aunque por suerte nunca tuve que esperar para usarlos.

El personal fue muy amable y me recomendaron lugares para comer, a pesar de que también tenían servicio de bar. Las instalaciones estaban en excelente estado, incluyendo el baño, las habitaciones y la lavandería. Además, el albergue cuenta con un amplio patio donde es posible relajarse. Las literas en las habitaciones no estaban abarrotadas y cada una tenía su propio enchufe. Las camas eran muy cómodas y se proporcionaban sábanas desechables y un edredón para protegernos del frío sin costo adicional. mantuvieron la calefacción encendida desde la tarde para asegurarse de que las habitaciones estuvieran a una temperatura agradable durante la noche. La ubicación del albergue es perfecta para acceder al centro del pueblo y a diversos servicios.

Absolutamente nada.

Me encantó la limpieza del lugar, todo estaba muy bien cuidado y ordenado.

Lo que menos me gustó fue que las habitaciones eran compartidas con varias personas, lo que hizo que no pudiera tener mucha privacidad.

El albergue San Anton fue perfecto para nuestra estancia de 3 noches. La habitación compartida de 4 literas era espaciosa y solo éramos 3 personas. El personal de recepción fue muy amable y atento. El jardín del albergue fue un lugar ideal para descansar al aire libre. El servicio de lavandería fue muy práctico y pudimos secar la ropa al aire libre. El desayuno fue delicioso y asequible. La cocina estaba bien equipada y los baños siempre estaban limpios y en buen estado.

Recomiendo este hotel, es total.

Habitaciones con camas adecuadas al descanso. Duchas de hidromasaje.- Cocina adecuada para socializar con otros huéspedes.- Personal agradable y buen servicio.- Instalaciones bien equipadas.- Bonito jardín y lavandería disponible.- Enchufes individuales en las habitaciones.- Calefacción conectada para una temperatura agradable.

Todo estupendo.

El albergue cuenta con una bonita terraza donde se puede descansar y disfrutar de la compañía de otros peregrinos. El personal es amable y siempre está disponible para ayudar. Además, hay una cocina equipada donde se pueden preparar alimentos, y una lavandería para lavar y secar la ropa.

Aunque en general fue una experiencia positiva, algunos peregrinos mencionaron que tuvieron dificultades para regular la temperatura del agua en las duchas, ya que a veces salía muy caliente y otras veces muy fría.